Expresó Antonio Porchia:"La savia que alimentaba la memoria casi está seca. ¿Morirá la memoria del alma humana?
Tal vez la única respuesta a semejante interrogante sea el procurar que no muera aprendiendo a "pasar la posta"; porque el legado de las generaciones que nos antecedieron debe ser rescatado en sus logros y reinventado en sus posibilidades.
Con ese propósito es que surge esta página, un intento de mantener viva la memoria de la Escuela a partir del conocimiento de aquellos que fueron "la Escuela" antes que nosotros; sus voces aún pueblan los pasillos y sus haceres nos confirman secuencias cotidianas.
De entre tantos, surgen "Los Carrizos", quienes durante toda una vida cuidaron a la "Juan Galo Lavalle" con su trabajo amoroso y comprometido.
Una placa colocada en una de sus paredes, nos habla de ellos, pero ésta no alcanza para salvarlos del olvido.
"Los Carrizo", Don Ignacio Carrizo y Doña Rosita Patta de Carrizo, llegaron con sus cuatro hijos: Olga, Adelma, Ignacio y Norma Neris, para quedarse durante 63 años en 1945.
Aquí trabajaron arduamente como encargados-porteros, custodiando sus bienes y amando sus muros hasta hacerlos suyos. Como cada aula y cada patio, la casita asignada a "Los Carrizo" hablaba de sus valores: laboriosidad, honestidad y pulcritud.
¡Qué hermosa imagen la de aquel jardín que Doña Rosita cuidaba con esmero; aquel pequeño espacio, anticipo de la puerta que se abría al hogar de una familia simple y esperanzada porque como dice Mamerto Menache:-" quien cultiva su tierra compromete sus manos con la primavera"
Fue Neris, una de las hijas del matrimonio, quien continuó la obra de "Los Carrizo" cuando sus padres fallecieron. Llegó a los once años de la mano de ellos; supo hacer honor a su apellido y se retiró de esta casa, su casa, la escuela, dejándonos la seguridad de que vale la pena haber hecho camino.
Neris fue querida y valorada por todos aquellos que la conocimos; dotada de una personalidad viva y alegre, supo imprimir su impronta para completar una etapa
¡Qué importante fue contar con ustedes! ¡Gracias familia Carrizo!
3 comentarios
Eugenio César Bargiela -
Teníamos el Parque Nicolás Avellaneda a media cuadra con los Viveros de floricultura, plantas para interior, coníferas y hasta fitodecoración, en verano íbamos a la colonia Zacagnini y disfrutábamos de la pileta cerrada, un verdadero monumento acuático.
La ex escuela Manuel Belgrano que funcionaba en la ex casona de Domingo Olivera (hoy un centro de reuniones de la comunidad) no debemos olvidar que es uno de los últimos cascos de estancia que se mantienen en la ciudad, como no recordar la amada Escuela Juan Lavalle si en ella aprendimos el respeto por la vida y por los semejantes y por sobre todo a valorar los buenos momentos y el amor por crecer con alegría!! y educación.
Mi padre Aurelio Ramón Bargiela también estudió en ella y participó en la asoc. cooperadora Juan Pedro Jaureguiberri, asistieron también mis cuatro hermanos que me preceden, uno de ellos Heriberto fue Maestro y Vice Director, los mayores recuerdan con nostalgia al maestro Coto Figueroa de sexto año.
Bueno ojalá algún compañero de mi camada pueda contactarse y de a poco volver a reunir aquel querido grupo de amigos. Va mi gratitud para nuestra querida Escuela Juan Galo Lavalle.
Omar Reta -
sergio horacio sarasketa -